El 23 de junio de 1932, un grupo de 23 jóvenes llegaron a Francia, conducidos por Donald Watt, el fundador americano de una organización cuyo lema era “la gente aprende a vivir juntos, viviendo juntos”. Unos años después, Donald Watts fundó una federación internacional de asociaciones cuyo objetivo era organizar estancias en familias en el extranjero para que los jóvenes aprendan a convivir con gente de diferentes culturas, diferentes costumbres, diferentes opiniones… se trata de la Federación EIL (Experiment in International Living) hoy presente en todos los continentes y de la que AIPC Pandora es el miembro español.
La misión de EIL y sus miembros es “promover la paz a través del entendimiento entre las personas “, y todos los programas que desarrollan enseñan a los jóvenes la capacidad de comprensión, de escucha y empatía de manera que puedan entender todos los puntos de vista y saber dialogar con cualquier persona, a la luz de los valores de libertad, igualdad y justicia social.
Como EIL, muchas organizaciones han promovido programas de movilidad internacional; las personas viajan, aprenden idiomas y se familiarizan con otras formas de vivir, sentir y pensar.
Durante el siglo XX, dos guerras terribles hicieron que se promovieran instituciones internacionales, la más significativa, la Organización de Naciones Unidas, y nosotros los europeos hemos ido construyendo la Unión Europea, entendiendo, por fin, que el reparto de la riqueza y los valores que sustentan los Derechos Humanos impedirían que hubiese más guerras.
Aunque muy positivos, estos logros no son suficientes. Estamos viendo el surgimiento de guerras a nuestro alrededor, guerras en las que estamos cada día más involucrados, guerras que se parecen de manera terrorífica a las que hemos tenido a lo largo de la historia y que nos hemos esforzado en borrar de nuestras vidas.
¿Es suficiente “el entendimiento” entre las personas para lograr la paz? ¿Es suficiente que millones de personas viajen constantemente a todos los países? ¿ Es suficiente que el comercio, la economía, las finanzas sean globales?
¿Qué tenemos que hacer las organizaciones e instituciones que trabajamos para la paz desde hace más de 80 años?
La respuesta es compleja, pero con toda seguridad, hay que reconocer que siempre pueden surgir individuos que ponen el poder y el dinero como valor prioritario y por ello, son capaces de provocar atrocidades. Por lo que tenemos que seguir trabajando, apoyar las instituciones internacionales que defienden nuestros valores, enseñar a nuestros jóvenes que ni el dinero ni el poder mal utilizados llevan a la felicidad, que el entendimiento sin justicia social no quiere decir nada, que hay que ser valientes a la hora de denunciar los que utilizan y apoyan la violencia; tenemos que seguir educando a los jóvenes y decirles que, por supuesto, deben progresar personalmente, dar lo mejor de sí mismos, pero, , al mismo tiempo, cuidar de que el fruto de sus acciones sea la mejora de la vida de los que les rodean, esto es el verdadero motor de la paz y de la felicidad.
Chantal Mayer
Fundadora de AIPC Pandora